Los Mitos y las Santas

Hace algún tiempo, nuestro querido compañero Luisín Heredia, me envió un correo, que supongo todos habréis recibido, con los mitos femeninos del cine universal, desde antaño hasta hoy. Ciertamente al ver el vídeo me venían a la memoria tantas películas que entonces me asombraban y que, todavía me asombran por su belleza y calidad artística. Luisín decía en su correo: "para todos aquellos que soñamos tantas veces ir a ver las películas detrás de la sábana blanca. Más bien son mitas y no mitos. No sé si están todas las que son o son todas las que están. Nuestra Pe, parece que aún no ha alcanzado la categoría de mita.¡ Bien, Penín, bien¡ como diría quien todos sabemos.Todo se andará".

Bueno, no entendí muy bien la última parte del mensaje, ya me lo explicará Luisín. El vídeo está muy bien hecho técnicamente y la música de fondo muy bien interpretada al violonchelo por el gran maestro Rostropovich.

Al ver tanto rostro femenino, no pude evitar que me vinieran a la memoria los de nuestras santas, que, desfilaban por mi cabeza con la misma intensidad con que lo hacían los mitos...¿porqué no?, nuestras santas no desmerecen en nada a estos mitos o mitas, como dice Luisín, ellas también nos producen, al mirarlas, una sensación de bienestar, de seguridad y nos traen profundos recuerdos inolvidables. Los mitos juegan con ventaja, ya que, están seleccionadas entre las más bellas, maquilladas, peinadas y entre 20 y 30 años. Yo no he seleccionados a nuestras santas, ni las he maquillado ni peinado, ni he escogido a las más jóvenes ni nada de eso, las he puesto una detrás de otra, así como son diariamente, tal como las he visto en los encuentros, con su simpatía y con su cariño, tal como nos cuidan diariamente a todos nosotros. Me han parecido más bellas aún que los mitos del cine. ¿No creéis que se merecen todo nuestro cariño, respeto y admiración?.

He juntado los dos vídeos. En el segundo, he cambiado las caras de las mitas por las de nuestras santas, he cambiado el violonchelo de Rostropovich por mi guitarra y he mantenido la pieza del Preludio de la Suite nº1 para violonchelo de Bach y...ahí tenéis el resultado. Yo me quedo con nuestras santas.

Un abrazo

Marcelino