jueves, 9 de julio de 2009

¿TRUCO?, MILAGRO?, o, ¿FE?


Siglo I: Jesús anda sobre las aguas del mar de Galilea. Siglo XXI: Un muchacho anda sobre las aguas de una piscina.


Queridos amigos:

¿Recordáis aquel pasaje bíblico cuando Jesús camina sobre las aguas del mar de Galilea?

es un hecho que Jesús anduvo sobre las aguas de este mar de Galilea en más de una ocasión.Por la fuerza de la rutina, estamos acostumbrados a escucharlo y ya no nos causa demasiada impresión. Pero, hagamos un esfuerzo mental e imaginémonos a Cristo caminando sobre las aguas... ¡Era algo sumamente extraordinario y prodigioso! Tanto que sus discípulos –nos narra el Evangelio– “se turbaron y se pusieron a gritar pensando que era un fantasma”.

Jesús, en medio de la tempestad, anima a sus apóstoles atenazados por el miedo: “¡Animo!, que soy yo, no temáis.”


Recordemos la escena de Pedro, cuando todavía no acababa de creérselo del todo, que le dice a Jesús, con un cierto tono de desafío: “Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre las aguas”.

Y Cristo, ni corto ni perezoso, le cumple su “caprichito”: “Ven”, le dice. Una sola palabra. Un monosílabo. Y eso fue suficiente para que Pedro saliera disparado, como una flecha, fuera de la barca. Comienza a andar, también él, sobre las aguas. Pero, ya sabemos lo que viene a continuación: ¡Pedro comienza a hundirse! ¿Qué fue lo que pasó si ya prácticamente se había hecho el milagro? Pues nada más fácil que Pedro dudó, desconfió del Señor, dejó de mirar a Cristo y comenzó a mirarse a sí mismo, a fiarse sólo de él y fue cuando todo se vino abajo. Jesús lo toma entonces de la mano y le reprocha con dulzura su desconfianza: “Hombre de poca fe, ¿por qué has dudado?” y le ofreció su mano para que no se ahogara.


Esta es la historia bíblica. Pero, qué hubiese sucedido si en la Edad Media, por ejemplo, una o varias personas hubiesen visto caminar sobre el agua sin hundirse a una persona cualquiera, ¿cual hubiera sido la reacción?, habrían gritado: ¡milagro!, ¡milagro!, o, tal vez, ¡brujería!, ¡magia negra!, ¡a la hoguera!.


Os imagináis, ¿cual sería la reacción en el siglo XXI si varias personas ven caminar sobre el agua sin hundirse a otra persona?


Pinchad aquí y lo veréis.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hombre, lo de Jesucristo, no sé, pero lo del chico de la piscina seguro que es un truco, lo que pasa es que es muy bueno y muy difícil de pillar. Lo que es seguro es que no es un milagro, pues los milagros no existen, ni existieron ni existirán. Tampoco cruzó la piscina teniendo fe, fe, ¿en quien?

Fernando Cueto dijo...

Un precioso montaje Marcelino. La verdad es que hace pensar. Antiguamente la reacción antes estos hechos fuera de lo normal era de asombro, incluso miedo, sin embargo hoy la reacción es de aplausos, gritos y silbidos como quien consigue un record cualquiera. Como han cambiado los tiempos.